La Educación y los medios de comunicación

La Educación y los medios de comunicación

         **- Alejandro A. Artigas Nuñez

El concepto de educación es muy amplio, tanto así, que educación es la acción y resultado de desarrollar las facultades físicas, intelectuales y morales en el individuo. De tal manera que, la educación se divide en física, intelectual, moral, estética, religiosa, entre otras, dependiendo de la actividad humana que realiza el individuo.

Es por ello que se toman los siglos XVI, XVII y XVIII, para observar cómo fue la educación en estos períodos largos, tocando detenidamente la evolución de la educación en el tiempo y su historia; y que según criterios y opiniones, la educación es la mejor herencia que puede recibir un individuo para así desarrollarse en una nación y comunidad donde se desenvuelve, para asís desarrollarse y avanzar para el bien de todos.

La historia de la educación es muy amplia, por ello se ve como desde el Renacimiento la educación incorpora cambios que son impulsados por el Humanismo. Observamos, entonces, como al incorporarse la imprenta, el mundo se transforma en un mundo de lectura y de lectores.

Desde que nace la escritura, el ser humano la ha utilizado donde registró los distintos descubrimientos, los conocimientos obtenidos para archivar información que ciertamente dan poder a quien la maneja, pero además como una forma de poder manifestar los sentimientos y pensamientos como una forma de comunicarse y expresarse con los demás.

La educación debe considerarse un continuo humano, con características específicas propias del país donde se desenvuelven los individuos, la misma comprende la formación integral de los niños, niñas y adolescentes, quienes amparado por los procesos de enseñanza y aprendizaje correspondientes, adaptados a su nivel biológico y psíquico se nutren de las herramientas necesarias para vivir en sociedad, como un ciudadano o ciudadana que con su protagonismo y participación social demuestran el amor a la patria.

Es la escuela una institución a la cual en principio todos los individuos tienen acceso y posibilidad de frecuentarla, aunque sea por poco tiempo. Es por ello, que la escuela es un recinto de aprendizaje y de socialización, funciona también como un “pasaporte de entrada” e integración a la sociedad, así puede crear condiciones para que las personas tengan una mejor calidad de vida.

         Es así como la una sociedad en que se vive hace que la participación moderna esté signada cada vez más por diversas formas de comunicación a través de los diferentes medios masivos como: la televisión, prensa escrita y comunicación electrónica. Este panorama social plantea grandes desafíos tanto a la familia como a instituciones educativas en cuanto a la forma de orientar el proceso de formación de las nuevas generaciones.

La escuela es una institución a la cuál en principio todos los individuos tienen acceso y posibilidad de frecuentarla, aunque sea por poco tiempo. Según lo expresa Abramovay (2005) la escuela es un local de aprendizaje y de socialización, funciona también como un “pasaporte de entrada” e integración a la sociedad, así puede crear condiciones para que las personas tengan una mejor calidad de vida. A pesar de eso, la escuela no es en muchos casos un espacio democrático e igualitario, tal como ha sido concebido por nuestra sociedad. Aunque se espera que funcione como un espacio de inclusión de convivencia de las diversidades también posee sus propios mecanismos de exclusión y selección social, escogiendo a algunos y expulsando a otros. Estos en general, son los que no consiguen responder a las expectativas relacionadas con el aprendizaje, el comportamiento y la relación con los miembros de la institución educativa.

Es así como la sociedad en que se vive  hace que la participación moderna esté signada  cada vez más por diversas formas de comunicación a través de los diferentes medios masivos como: la televisión, prensa y comunicación electrónica. Este panorama social plantea grandes desafíos tanto a la familia como a instituciones educativas en cuanto a la forma de orientar el proceso de formación de las nuevas generaciones. Hasta una próxima oportunidad, si Dios quiere.