La sociedad de la información y la educación
*.- Alejandro A. Artigas Núñez
Bueno es comentar que la comunicabilidad del
escolar se ve favorecida al contar con métodos y técnicas innovadoras que le
permitan aflorar sus expresiones lingüísticas, e integrar lo verbal y no
verbal. Significa, que están emergiendo nuevos entornos de enseñanza-aprendizaje
como canal de comunicación, así como videoconferencias que utilizan técnicas
didácticas de aprendizaje cooperativo en la resolución de problemas, lo que
significa el auto aprendizaje y el aprendizaje de los otros. Esto nos permite
inferir que la enseñanza en la sociedad de la información y del conocimiento
exige nuevos enfoques constructivistas con capacidades de alto nivel en los
procesos cognitivos.
En esta línea
de ideas, Elboj C. (2002), señala: “en
la sociedad de la información y del conocimiento, la fuente económica proviene
de la selección de la información fruto
de la reflexión e interacción en las personas con los medios de comunicación y
el contexto axiológico y social dentro de los entornos educativos” (P 74). El
autor le confiere una importante
significación a la interacción de las personas con los medios de comunicación
ya que es de gran importancia para la formación del educando.
Dentro del engranaje de saberes que tanto
el docente como el estudiante deben construir y reconstruir es de interés
resaltar el saber pedagógico, que es la base para las competencias teóricas y
prácticas, es por ello que el saber pedagógico debe estar en constante
reconstrucción a tono con los cambios paradigmáticos. El saber pedagógico del docente
se refleja a través de la praxis, ya que la conducta en el desempeño
profesional del profesor se visualiza en el dominio tanto de las competencias
cognitivas, lingüísticas, así como
técnicas y administrativas.
Todo este
panorama antes descrito, nos permite inferir que el uso del periódico escolar
en las instituciones educativas abre las puertas hacia los espacios
lingüísticos y gnoseológicos, teniendo al lingüístico como hilo conductor
derivan las principales dimensiones del espacio gnoseológico, dentro de la
praxis del docente, para de esta forma promover en el estudiante los
aprendizajes significativos que son la piedra angular en el desarrollo de la
autonomía del aprendizaje en un constructo académico impregnado de exigencias
curriculares que no cubren las necesidades de los educando.
Sin embargo, Byrne (2000), encontró que
los periódicos escolares por lo general se editan con una visión particular de
estudiantes y de profesores motivados, pero sin la reflexión adecuada sobre la
incidencia de éste en la formación del estudiante y los retos a los que debe
enfrentar como actor importante en el contexto educativo. Ante ello se deben
revisar los lineamientos teóricos y prácticos sobre los aspectos contextuales y
praxis del periódico escolar, en la sociedad informatizada, en la sociedad de
la información, para que se convierta en un recurso valioso en adquisición de
conocimientos en el educando, dentro de las tecnologías de la información y
comunicación.
A pesar de lo antes señalado, en el campo educativo,
es quizás donde se observa mayor resistencia a introducir en la forma de
trabajar, la narrativa digital y el uso de recursos impresos como la prensa en
las actividades escolares tanto impresos como a través del internet. Por ello
la escuela debe adaptarse a los cambios y preparar a los ciudadanos en la
utilización de materiales multimedia donde el profesor adquiere un nuevo rol,
el de mediador y diseñador de medios y métodos. Los alumnos son los
protagonistas de su formación, investigadores que en forma activa buscan
información de interés. Más que repitiendo, el ser humano aprende construyendo.
Hasta el próximo jueves si Dios quiere.
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